QUÉ ES EL PROYECTO ESCUELA
A pedido de varias y varios estudiantes participantes de este proyecto, durante el 2016 abordamos colectivamente el análisis de documentos producidos por la comunidad escolar. De ese proceso surgió la necesidad de confeccionar un material que comentara sintéticamente en qué consiste el PROYECTO ESCUELA. Aquí lo presentamos.
QUÉ ES EL PROYECTO ESCUELA
I
Según van pasando los años, los
ministros, los gobiernos, y según van asumiendo circunstancias cambiantes los
diferentes actores institucionales, el Proyecto Escuela va siendo nombrado,
explicado y presentado de maneras diferentes. En la mayoría de los documentos al
respecto no se lo define con precisión, sino que se hace referencia a los
aspectos que el Proyecto comprende, a aquello para lo que sirve, a las maneras
de construirlo, etc.
Buscando contenidos comunes entre
diversas definiciones y referencias, podemos decir que el Proyecto Escuela es
un acuerdo entre quienes trabajan en una escuela sobre cómo están viendo a la
misma, cómo quieren que sea y qué prácticas concretas encuentran posibles y
necesarias para orientar la labor hacia la institución deseada.
Como la escuela, sus
circunstancias, su contexto político social y sus actores van cambiando, el
Proyecto Escuela va cambiando también. En este sentido, en el mejor de los
casos, el Proyecto es una práctica dinámica de diagnóstico, análisis,
evaluación, planificación, puesta al día de acuerdos y puesta a punto de
acciones y proyectos específicos.
Los alcances de esa práctica y los
modos en que sea posible llevarla adelante dependen, sintetizando, de dos
cosas: la orientación pedagógica e institucional en que la escuela se integre y
los recursos con los que cuente. Estas dos cosas dependen, a su vez, de
políticas educativas definidas y decididas en ámbitos extra escolares. Ámbitos
que conforman la autoridad en la estructura jerárquica en que la escuela está
inscripta.
Lo dicho en el párrafo anterior
implica distintos niveles de posibilidades y conflictos que interactúan entre
sí constituyendo el contenido de la vida escolar.
La orientación pedagógica e
institucional (dentro de límites y formatos que dependen de la sociedad y la
cultura), aunque definida y decidida por autoridades extra escolares, puede ser
reinterpretada, reelaborada y apropiada por los actores escolares, según sus
tradiciones, su identidad, sus necesidades y posibilidades. Incluso es posible
sostener una orientación pedagógica e institucional relativamente autónoma de
los cambios de autoridad y sus políticas; lo que puede ser favorecido u
obstaculizado por las mismas, tenido en cuenta o ignorado, tomado como
propuesta a ser modificada, integrada a las pautas generales y enmarcada en las
normas de una política educativa o ser impugnado, rechazado, condenado, según
la autoridad se comporte de manera más o menos democrática o autoritaria. Y que
los actores escolares puedan sostener su enfoque y su práctica pedagógica e
institucional con relativa autonomía depende de las características y los alcances
de su propia constitución como comunidad.
El tipo y cantidad de recursos a
disposición están definidos por las autoridades extraescolares, pero el modo de
aprovecharlos puede ser decidido, en parte, por la comunidad escolar. Ésta, a
su vez, tiene alguna capacidad de generar recursos propios sin llegar en ningún
caso a reemplazar las responsabilidades del Estado y sin tener permitido
hacerse cargo de aspectos determinantes del funcionamiento escolar. Ambas
cuestiones dependen de todos los factores anteriormente mencionados, entre los
que podemos destacar: el contexto político, social y económico y la situación
de la escuela como comunidad.
Como, supongo, estarán notando los
lectores, acudo a simplificaciones y a ciertos recortes en los últimos párrafos
por razones de extensión y amenidad. Pero, en tal caso, para sugerir aquello
que podría completar lo dicho y dar una idea de las dimensiones implicadas,
digo: cada escuela es una entre muchas que integran el sistema educativo; los
estudiantes de cada escuela pueden constituirse en sujetos de una práctica que
les permita asumir las circunstancias de su educación; la práctica conjunta de
esos estudiantes de distintas escuelas constituye las posibilidades del
movimiento estudiantil; los familiares de los estudiantes ejercen, de alguna
manera, influencia en el contexto social, cultural, político y económico, con
más o menos fuerza y en diversos sentidos según las circunstancias históricas;
el sistema educativo se sostiene por el trabajo de una multiplicidad de
agentes; éstos se organizan en mayor o menor grado, de uno u otro modo, para
realizar sus intereses sociales, políticos, culturales y económicos; entre
estos agentes, son los docentes aquellos cuyas prácticas laborales están directamente
atravesadas por las políticas educativas y los conflictos relacionados con
ellas; entre sus intereses, está el sentido de su trabajo, el cual constituye
una dimensión en disputa.
II
El Proyecto Escuela se elabora en
las reuniones del personal docente (esos días en que no hay clases por “jornada
de reflexión docente”), y en los encuentros de los equipos de la escuela. Los equipos están definidos por
responsabilidades específicas y, en algunos casos, integrados por
representantes de diversos actores de la escuela. Son equipos de la escuela: el
Equipo Directivo, integrado por quienes ejerzan la dirección y la
vice-dirección; el Departamento de Orientación Educativa (DOE), integrado por
quien ejerza la asesoría pedagógica y quien se desempeñe como psicóloga o
psicólogo; el Consejo Consultivo, integrado por los anteriores, la secretaria o
secretario, las jefas o jefes de preceptores y los coordinadores o
coordinadoras de las diversas áreas, más sus colaboradores en el caso de
haberlos; el Consejo de Convivencia, integrado por dirección, DOE, preceptores,
representantes docentes, representantes estudiantiles, representantes de
familiares de alumnos; los Equipos de Tutores, integrados por los tutores de
las aulas y los coordinadores de tutores; los Equipos de Preceptores,
integrados por los preceptores y sus jefes. Según las características y
modalidades de la escuela y el momento que atraviese como comunidad, estos
equipos pueden funcionar de manera ampliada, sumando a las reuniones de uno u
otro a quien ejerza la subsecretaría, preceptores, sus jefes, coordinadores de
tutores, tutores. También según las modalidades de la escuela y sus
necesidades, se consideran equipos a
los colectivos de docentes vinculados a un proyecto específico a sostener en el
tiempo o a quienes se desempeñan en un mismo espacio de trabajo, cuando tienen
la posibilidad de actuar como colectivo (docentes de una misma área o
asignatura, de un mismo curso, año, etc.).
Algunos de estos equipos incluyen
representaciones construidas de diferentes maneras. En el Consejo Consultivo,
como dijimos, están los docentes coordinadores de las diversas áreas. (Las
áreas son: Ciclo Superior, integrada por quienes están a cargo de las
asignaturas propias de la orientación de la escuela; Expresión, integrada por estética
y educación física; Comunicación, integrada por lengua y literatura y por
inglés; Ciencias Sociales; Ciencias Exactas.) Los coordinadores son elegidos
entre los que se presentan como candidatos por todos los docentes del área.
Algunas áreas tienen, además, un colaborador de la coordinación, quien es
elegido por el coordinador. El Consejo de Convivencia cuenta con representantes
de los estudiantes, de los docentes a cargo de asignaturas, de los preceptores,
de los familiares a cargo de los alumnos e incluye integrantes de equipos antes
mencionados. En caso de presentarse para tutor de los alumnos de un aula más de
un docente, los estudiantes eligen entre los candidatos. Luego, los tutores
eligen a los coordinadores de sus equipos entre los docentes dispuestos a
asumir la responsabilidad. (Debido a que se dispone de cada vez menos horas de
proyectos institucionales, a que esas horas se pagan cada vez más por debajo
del valor de las horas cátedra, no
incluyen aguinaldo ni vacaciones y se asocian a exigencias administrativas cada
vez más abrumadoras sin relación visible con las necesidades concretas de los
proyectos, en un contexto de cada vez menos posibilidades por parte de los
equipos docentes de decidir sobre los alcances y características de los
proyectos en que participan, se hace cada vez más difícil conformar los equipos
de tutores. Por eso, solamente el equipo de tutores de los primeros y segundos
años llega a completarse y cuenta con coordinadores.)
Según los avatares de la vida
institucional, los intereses y posibilidades de sus actores y las políticas
educativas en curso los equipos trabajan en distintos climas institucionales y
participan en la construcción del Proyecto Escuela más o menos activamente,
limitados al cumplimiento de obligaciones formales o encontrando la posibilidad
de traducir el balance de su práctica en acciones y propuestas, acosados por
las exigencias de constataciones numéricas o volcados a la realización
colectiva de síntesis, embretados en la producción de mamotretos y planillas o
pudiendo partir del análisis de lo hecho para elaborar acuerdos comunitarios
que le den sentido al esfuerzo del conjunto.
III
En general, las metas, los
proyectos específicos, acciones, propósitos, etc., de nuestro Proyecto están
orientados, sintéticamente hablando, a la participación comunitaria en la
construcción de la escuela, la apropiación de los procesos que le dan
existencia por parte de los actores involucrados y la constitución en sujetos de
las circunstancias que la atraviesan de los sectores que la conforman.
Nuestra experiencia indica que trabajando
con esta orientación, los resultados en aquellos aspectos que, desde otros puntos
de vista, podrían verse como independientes de la política institucional
(cantidades de alumnos aprobados, repitentes, con materias previas y todo lo
relativo a lo que se nombra como “fracaso escolar” tomando estos aspectos
unilateralmente), mejoran. Los proyectos específicamente dirigidos al trabajo
en estos aspectos también se diseñan tomando en cuenta consultas, relevamientos
de opiniones, propuestas, intereses y necesidades comunitarias, y son valorados
también como creadores de pertenencia y mejoradores del clima institucional.
La identidad esencial de nuestro
Proyecto Escuela contiene como necesidad estratégica la participación en su
diseño de la comunidad en general y de los estudiantes en particular. El
espacio en el que estamos trabajando (“Repensar la escuela”), del cual surge el
pedido de elaboración de este documento, se asumió como necesario por lo
implicado en la oración precedente.
IV
En el diseño del Proyecto Escuela
se trabaja, entre otros elementos, sobre materiales producidos por la comunidad
y sobre los resultados concretos de la práctica. Se toma en cuenta lo producido
en jornadas, encuestas, reuniones y equipos.
Cumpliendo con otro pedido
realizado en el mismo espacio mencionado, se incluyen en este documento, como
anexos, e iniciando una serie de entregas sobre estas cuestiones, los
siguientes materiales que completan con la sustancia de lo concreto y lo
particular las anteriores generalidades y abstracciones:
1)
Síntesis
de lo producido por la comisión “Repensar la escuela” en la jornada del
12/09/14. Participaron alrededor de 20 estudiantes coordinados por 2 docentes. https://repensarlafalcone.blogspot.com/2019/03/repensar-la-escuela-2014.html
2)
Síntesis
de lo producido en la Jornada NES del 16/08/15. Participaron todos los cursos
coordinados por el docente a cargo de cada uno en ese horario y otros. https://repensarlafalcone.blogspot.com/2020/03/que-cosas-hay-que-saber.html
3)
Síntesis
de lo producido en el Espacio de Mejora Institucional (“jornada de reflexión
docente”), del 3/12/15. Participaron docentes de la escuela. Se trabajó sobre Rasgos de identidad institucional y Perfil del egresado.
4)
Síntesis
del Proyecto Escuela actualizado sobre el que se trabajó en jornada docente
realizada en el primer cuatrimestre de este año.
Adrián Figueroa
27/08/2016
Materiales de Repensar la escuela, nº 1: “Qué es el
Proyecto Escuela”
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